Querid@s amig@s nunca ha sido nuestra intención dar la turra
organizativa de cada escapada; en esta ocasión tampoco queremos hacerlo pero
esta previa vacacional ha sido un infierno. Suponemos que a estas alturas tod@s
conoceréis a Irma, el huracán que ha devastado parte del Caribe y Florida. Esta
entrada la deberíamos estar escribiendo desde Miami pero como Irma quiere ser Torda
a toda costa y pretendía llegar a Miami a la vez que nosotras, a 48h del viaje
nos cancelaron el vuelo. Drama, evidentemente nada comparable con lo que supone
la pérdida de vidas humanas y los cientos de familias que se han visto en la
calle. IRMA GO HOME! Y como decía nuestro querido Freddy…
SHOW MUST GO ON
A 48 horas del despegue, tras mucho ahorro y organización vemos
que nos quedamos en tierra y afloran
nuestros instintos asesinos. La compañía aérea los aplaca enviándonos a
Pensacola vía Dallas. ¿Cómo? ¿Que no sabéis donde está Pensacola? Pues nosotras
hasta el viernes tampoco. Buscad en el Google como se ha hecho toda la vida, y
como hicimos nosotras en cuanto escuchamos Pensacola. (Por supuesto entramos en
bucle diciendo “se nos hace el culo… ¡Pensacola!)
Llegamos a Loiu, contracturadas, debiéndole horas a Morfeo, con
migrañas, con estrés, con hambre todo el rato y con unos maletones como para
quedarse a vivir en USA. En este viaje también tenemos Torda invitada… ¡nos
traemos a Maitane! Que como nos conoce poco y mal, trae un equipaje de mano
lleno de sándwiches y madalenas de chocolate. Algo se debió de oler la de la
ventanilla de Iberia también, porque no ha tenido a bien ponerla cerca nuestro
en ninguno de los vuelos.
Que risa, que bien, que ilusión, venga el carrito de la comida todo
el rato… ¡maravilla! Nos vimos obligadas a pedir alcohol porque veíamos que la
gente a nuestro alrededor se estaba encastañando a lo loco, y decidimos que si
alguien se hacía un Melendi y dábamos la vuelta pues… ¡CONGAAAAAAAA!
Y en lo que duran tres pelis con audio latino, nos plantamos en
Dallas. Veníamos tranquilitas hasta que nos pusieron el video del “los
amigables agentes de la aduana” y volvimos a entrar en crisis. ¿Qué nos van a preguntar? ¿Cómo les vamos a dar estas
explicaciones de los cambios de vuelo? ¡Los datos de la ESTA no nos coinciden
con la realidad! Y todo esto… ¡EN INGLÉEEEES! Pues nada, pasamos los controles
con nuestro mejor inglés de Burgos y nuestras mejores sonrisas, entendemos
perfectamente el inglés ¿o era castellano con acento americano?
Muy bonito el aeropuerto de Dallas, hasta que volvió a ser domingo
y queríamos llegar al hotel y dormir. El frio que hacia tampoco ayudaba al buen
funcionamiento de nuestros cerebros y nos dio por intentar recomponer a la
fisio que la traíamos rota, un poco de ballet clásico al segundo atardecer del
día, y un maridaje entre madalenas de Arrate bendecidas y carne tejana ahumada.
Empezamos a pensar que los mamíferos con los que hace la carne esa los tienen
ahí cadáver, en alguna sala colindante debido a la temperatura tipo cámara
frigorífica. Los ahúman en la salas enmoquetadas, porque por todos es sabido,
que la moqueta lo mismo viste que calienta.
Y por fin embarcamos hacia Pensacola. Muy tranquilizadora la
espera en el aeropuerto viendo en todas las televisiones como Irma devastaba
Florida. Lamentamos no tener foto del piloto y su corbata, pero para que os
hagáis una idea, era un jubilanchi tipo Luis Aguilé con una corbata con sus
barras, sus estrellas, su estatua de la libertad y su todo. A estas alturas de
este segundo domingo caímos inconscientes en el avión y por fin llegamos a
Pensacola. Imaginaros lo mal que estábamos que nos planteamos perdernos el
desayuno…







Aixxx y al mal tiempo.....buena cara chicas! Queda viaje asiq....lo que mal empieza bien acaba!
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