DE CUANDO QUISIMOS SER CAMARERAS “SESIS” O MARINES

¡Cómo nos vamos a perder un desayuno! ¡Qué sabia es la madre naturaleza que a las ocho de la mañana nos despertó! Y no sabéis la emoción al vernos face to face con…¡¡UNA GOFRERAAAA!! Que nervios todo el rato, queríamos pillar comida pero estar en la cola de gofrera, ¡ayayayay! ¡Que nos toca!

Como ya os hemos comentado Irma quiere ser Torda, es más, cambió su ruta (estimada por los meteorólogos ) y nos ha perseguido hasta Pensacola. Aquí ha llegado como tormenta tropical y nos ha jodido el primer día de playa, así que nos fuimos de tiendeos.  Conchitas, cocodrilos, tazas, sudaderas, imanes, carteles… ¡una barco en seco! ¡¡Es La Dorada americana!!

Pensacola con mal tiempo y sin coche, te comen los aligators, así que decidimos hacer break en el Hooters para ver qué hacíamos en sesión de tarde. Sí, en el Hooters, ¿lo conocéis? Una oda al feminismo hecha restaurante desde 1983. Al ver los uniformes de las camareras quisimos echar el curriculum porque según la política de contratación de Hooters “no necesitas tener un busto especialmente grande, sino ser poseedora de una belleza general”. Claramente damos el perfil y el pantaloncito licroso cede seguro. Nos despistamos intentando entendernos con nuestra camarera y luego ya, tampoco era plan, pringar la hoja de personal con manchurrones de salsa barbacoa. Si eres de morro fino igual no es tu restaurante; si quieres guarrear no te lo pierdas; si te apetece volver a los 80 no lo dudes y entra.

Decidimos que alquilábamos el coche ya mismo y como solo podíamos pillarlo en el aeropuerto y somos gente moderna, nos marcamos un UBER. Allí que se presentó Angela, que fue decirle “hellooooo!” y nos contó su vida rápidamente. Entre otras cosas que tiene tres hijos, dos nietos y 19 horas de secuestro en su haber. Ángela, como madre que es, nos repitió que tres jóvenes casaderas de buen ver como nosotras teníamos que tener mucho cuidado porque hay gente mala en el mundo. Luego pasó del catastrofismo a la euforia porque hay gente buena también. En fin, que Angela no callaba y se hacía entender en inglés, incluso cuando nos dijo que apoculo los ricos que tienen casoplones en la zona.

 Y nos dieron nuestro cochazo, con sus marchas automáticas y su tapicería beige de cuero. Maitane tomó las riendas y oye, como si hubiera conducido sin marchas toda su vida, que arte, que poderío, que control, que maravilla, como se maneja, parece autóctona. Es más, hasta ella misma piensa que es americana porque va diciendo frases del tipo “¡ya está el guiri este liándola!”. Muy grande Maitane.

 Total, que nos fuimos al downtown de Pensacola que estaba un poquito a tomar por saco de Pensacola Beach. Nos sorprendió la cantidad de iglesias que hay, tienen baptista, luterana, católica, evangelista…No vimos nada que hacer por ahí así que nos largamos dirección museo de aviación naval. De camino nos encontramos una bandera de Castilla y León, que no es muy Americana, pero ahí estaba también. Llegamos a la entrada de la base militar a las 18.50 hora local. Paramos el coche, un poquito antes de entrar viendo el percal. Seguramente para los de dentro comenzamos a ser gente sospechosa.

Maitane- ¿seguro que es aquí?

Cheli- ¿pero el museo que está dentro de la base naval?

Vero- si estará, ya nos dirá el marine de la puerta

Maitane- este hombre que nos ha visto maniobrar en la puerta fatal y ahora vamos …

Cheli- ayayay que esto es una base naval de los Estados Unidos de América…

Vero-...eee, eso que lleva en la mano el policemen portero ¿es?

Maitane- una tacher para paralizar elefantes…hello! The museum is inside?

El policeman sonrió al ver a las futuras tres currelas del Hooster y nos dijo más o menos “a ver bonitas, venirse por la mañana que aquí a las siete de la tarde ya están todos cenados a punto de dormir.” Que disgusto, creemos que desde entonces ya estamos en la base de datos como Tordas que somos. Queridas familias, si os llaman de U.S Army… ¡no cojáis! En el camino de vuelta decidimos que tenemos que buscar nuestro supermercado de cabecera estadounidense y paramos en el wallmarkt. Nos convenció bastante pero los tamaños son increíbles. El Listerine de dos litros y medio no hay balda de baño europea que lo sostenga.  La mahonesa tiene un tamaño como para que te dure cinco navidades, los laxantes son de chocolate y los zumos vienen en botes de suavizante. 

Grandísimo y guapísimo Paul! A los pies de tus salsas!

Pero el wallmart tenía otra sorpresa para nosotras. Queremos aclarar a los seguidores más recientes que somos Trajanolivers. (Trajano forever!) Y claro, encontrarnos el uso que le han dado a su imagen nos dejó sin habla. No dábamos crédito. Trajano siempre guiando nuestros pasos, un sólido mástil en la tormenta, el bastón que sustenta nuestros pasos, en definitiva un falo en nuestro camino, uy perdón, faro.