Y de repente segundo tordo invitado. Punto de encuentro Los
Ángeles, no de san Rafael, sino de California. Roberto es tordo reincidente y
llegó a este a encuentro como se llega al encuentro de Tordas, famélico.
No, no nos hemos teletransportado. A Los Ángeles hemos
llegado en avión y por la ciudad nos ha transportado Maitane con nuestro
cochazo de alquiler que no cabe en una
foto. Hemos descubierto que los sureños
eran muy educados y con todo el flow al volante, en Los Ángeles son de pito
fácil. A nosotras no nos han pitado, porque Maitane conduce como una autóctona
y entre que se hace la del chucho y no, no les da tiempo. Maitane conduce muy
bien, y LA PATRO vela por nosotras. Y es que a LA PATRO que no le falte de
nada, lo primero que hacemos al llegar a los alojamientos es ponerle su
“altarsito” con nuestras ofrendas que van desde la salsa guacamole de la chicken
quesadilla, hasta la planta que adorna el hotel, pasando por todas las holy
biblias que encontramos a nuestro paso.
Como no podía ser de otra manera nos dimos al desayuno
americano a base de tortitas, tostadas francesas, zumos varios incluyendo uno
de naranja de sabor indescriptible… La primera ostia americana nos vino también
después, en la cuenta concretamente.
Cochazo y rumbo a Hollywood boulevard. Lo aparcamos y para
qué mirar el nombre de la calle pudiendo tener como referencia la tienda de los
pelucones haciendo esquina con la de la ropa interior sesi. Menuda caminata
pisando estrellas vivas y muertas. Latoya, pásale un poco el mocho a una de las
estrellas de tu hermano, que la tenéis manga por hombro. Latoya, Germaine o
quien sea, que te agachas ahí y te pillas una venérea. Y aquí, el equipo tordas
que toda estrella nos venía bien así que tenemos un porrón de fotos y un video
desde el fanatismo y el amor más absoluto. Y es que Cheli repetía en el paseo
de la fama y beso el suelo, como el Papa, porque esa estrella es tierra santa
para ella.
para qué google maps teniendo pelucones que te orientan |
Estamos de promoción. |
Vale, nos estamos viniendo muy arriba con el tema videos (si es que con ayuda todo se puede, pero ojito con acostumbrarse). Hoy estamos que lo damos estamos que lo regalamos...DOS VIDEOS!!
De vuelta al coche decidimos entrar en nuestra tienda de
referencia para ver los precios de las batas, que oye, para lo transparentes
que son y lo poco que abrigan vaya precio tienen, eso sí, con un tanga y un
tacón estas ideal para abrirle al repartidor del Alliexpres. Resultó que era
sexshop también y aquí comenzó la debacle dialéctica. “¿pero y esto? A ver, que
se pueden comparar texturas. ¡Ene bada! ¿Qué tamaño es este? Joder que caro
está el tema antifaz, si el que te dan en el avión te hace el mismo servicio.
¿Perdona? ¿Un tronco femenino es eso?” No estábamos muy puestos en las
novedades, pero parece que a día de hoy a la muñeca hinchable le sobran las
extremidades. La quieres para lo que la quieres así que con un torso mutilado
es suficiente, piernas y brazos molestan. Ese plástico que se ahorran. Gracias
sexshop por tu conciencia medioambiental.
Con esta tranquilidad que te da saber la implicación en
ahorro de pvc del comercio local nos fuimos a Rodeo Drive a ver el derroche.
Venga de cochazos, joyerio, pijismo, tiendeo caro…En nuestro ambiente todo el
rato, sobretodo al pasar por delante de la terraza de un restaurante y comentar
por lo bajini “mira que la langosta se está comiendo el ivoputa ese”.
Casualidad es que el zampalangosta nos entendiera y nos mirara con cara de
“pobrecitos muertos de hambre”. Solo le faltó echarnos la cabeza de la langosta
al grito de “¡que den comienzo los juegos del hambre!”. Como no la lanzó nos
fuimos con nuestra dignidad y nuestra hambruna a Mulhollandrive.
No encontrábamos el mirador, más que nada, porque no debe
existir, es más bien que te buscas la vida para ver las vistas. Y eso hicimos.
Aparcamos el coche y nos colamos en el parking de la iglesia presbiteriana que
tenía unas vistas espectaculares. Hacia una rasca presbiteriana importante y
nos dio el cuarto de hora de la chorrada presbiteriana. Así que entre carcajada
presbiteriana y fotaza vimos el anochecer. En algunas de estas fotos salimos un
poco tullidas, no os preocupéis, no es omenaldi al sexshop ni nos ha pasado
nada, es que somos más frikis qué rápidas para posar.
La Iglesia presbiteriana nos acogió muy bien, pero no nos
sacaron nada de picar así que carretera y manta para localizar el MCdonals más
cercano. La chiquina del google tuvo a bien guiarnos pasando por todos los
casoplones de la zona y poder contemplar lo que es una peazo de fiestuqui
privada. Bueno, la fiestuqui en si no la vimos, pero el ejército de
aparcacoches a las puertas de un casoplon y la gente de gala bajándose de los
coches sí. ¡Qué nivel Maribel! pero ni invitarnos a un canapé ni nada… ¡así
habréis hecho el dinero so agarraos! Y así terminamos el día, cuatro muertos de
hambre cenando unas zamburguesas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsas camisetas chulaaaaaaaaaas!! Os habéis puesto de uniforme para pasear por Hollywood Boulevard! Qué perracas/o lo mal que lo estáis pasando XD
ResponderEliminarMenudos vídeos que os currais! Todas unas expertas en los audiovisuales!
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