Nos enfundamos las mallas y directas al Castillo de
Gigralfaro. Hicimos unos cuantos metros de más porque la chiquina del google se
nos despistó y nos tuvo dando vueltas a una manzana. Pensamos que Garma le había
dicho algo así como “queréis mollete, y el mollete cuesta”. Llegamos. Preciosas
vistas. Increíble el agobio que nos entró cuando vimos el reloj…” ¡ay ama! Las
doce y no hay chiringuito de mollete a la vista, verás Gar que bronca como se entere”.
Nos dio por bajar por un camino de cabras alternativo. Vero
decía que daba directamente a los chiringuitos de la Malagueta. Cheli bufaba “verás
tú, verás tú, verás tú como nos tengamos que dar la vuelta y volver a subir”. Llegamos
a la Malagueta sí, pero no sin antes cruzarnos con un yonqui ochentero que muy
educado nos dio los buenos días en lo que invadíamos la chocita que se ha
hecho. No le faltaba detalle, con su sombrilla, su calavera, su txoko con
esterilla para sol y sombra…
Peregrinación chiringuito tras chiringuito hasta encontrar
el mollete perfecto y la camarera ideal que
nos soltó verdades del tipo “que bien que estáis aquí, que necesidad de andar
ni de andar. Estáis aquí al sol como reinas”. Tras hacer la fotosíntesis tranquilamente,
otra vez nos entraron las prisas que no llegábamos a tiempo para el arroz. Fue
culpa de Alejo Sauras, Marc Clotet y la gente de “El jugador de ajedrez”, que
estaban haciéndose las fotos para la prensa. Y ahí llegamos nosotras, con una
piura fatal. Con unas pintas que el elenco nos miraba a nosotras y Vero decía “Si
nos preguntan, venimos del programa Zu kirolari, de etb1”. La única pregunta
que nos hicieron fue en inglés y era si Alejo era un Sportsman. Ya le aclaramos
a la señora anglosajona que era un “spanish actor monísimo”.
A todo correr rumbo casa que se nos pasa el arroz. Menos mal
que llegamos ¡cómo nos cocina Gar! ¡La ola le hicimos!
Sobremesa, duchita y maqueo. ¡Venga ese modelo rosa fuera
del armario! Vamos a taconear por la alfombra roja del vigésimo Festival de
cine de Málaga. No hemos decidido venir de rosa a lo loco, es porque vamos a la
presentación de “Pieles”. Miradnos que monos estábamos. Llegamos bastante menos
monos a casa.
Poteo para entrar en calor, que casi hace que nos desviemos
del objetivo. Somos de fácil liar, nos llegan a poner un temazo en el último
bar y nos entramos al Teatro Cervantes.
La peli es…no os la podéis perder. Así comenzó la presentación.
Y así terminó.
Nos hubiera encantado seguir la juerga con ellos pero no
entendimos bien donde iban así que nos fuimos a cenar, no sin antes decirle a
la nieta de La Faraona, Elena Furiase,
que estaba divina la jodia con un vestido blanco. Garma nos amenazó con
llevarnos de tragos directamente, pero hicimos equipo y nos atrincheramos en el
mercado de la Merced para croquetear y demás menesteres. Luego ya, ancha es
Málaga de noche.
Más ancha que larga se quedó la que pilló en porretas a
Cheli por abrirle la puerta del baño. En el mismo baño Vero pilló en droguetas
a dos, que entre baile y baile sensual con fular de lunares le indicaban que se
callara la boca. Cierto es que cuando pidieron discreción Vero ya lo había
contado todo y estábamos los tres doblados de la risa. A partir de aquí
contamos ya la noche en los flashes que nos van viniendo a la mente. Grata sorpresa cuando nos sacaban todos los
tragos en vaso ancho. No tan grata al descubrir que los autóctonos que nos
rodeaban eran pequeños, con tupé y no se quitaban las cazadoras y los jerséis… ¡que
calor! Cheli quiso hacer una labor social por la gente allí congregada y se empeñó
en pedirles a los djs que cambiaran esa mierda de música. Lamentablemente sus
ruegos chocaban con la indiferencia del armario empotrado que guardaba los djs,
así que decidió sujetarle la peana a la gogó. Garma también realizó su labor
social cambiandole los zapatos a Vero, que en cuanto se puso las botas planas
dio saltos de alegría, literalmente, convalidándose así una sesión de elíptica.
Todo quedo en una efímera alegría, cuando Gar, unos minutos después grito “¡dame
mis botas que me quedo sin meñiques maricóoooon!”.
A partir de aquí todo fue a
peor. Nos dieron las seis y nos entró una hambruna muy loca.
Cheli- tengo hambre…
Vero- huelo a pizza
Gar- no estáis bien, tirar para el bar Desastre
C y V- ¿Desastre? ¡Desastre lo nuestro maricón!
G- ¡Venga pal taxi!
A estas alturas Vero estaba planteándose vender su cuerpo a
un hipser a cambio de pizza y bambas. Llegó un taxi. Un taxi que había llamado
otra gente pero que cogimos nosotras. Nos embutimos en la parte de atrás y sin
parar de reír ni un segundo…
G-¡Tira para el Desastre!
Taxista to fast, to furius- No sé cual es ese
G- ¡pues tira para casa!
TTFTF-¿y eso donde es?
V-en Benito Zambrano
G- estáis mal, María Zambrano.
V-joder que curvas, que velocidad, me estáis aplastando aquí,
me voy con la puerta pegada al culo
C-te jodes, que a mí en el canguro por gorda siempre me
tocaba en esa esquina
G-Cada vez estáis peor
C- pues yo me saqué el carné de conducir en Zaragoza y las normas
viales son las mismas que aquí. Por centro urbano se va a 50 toda la vida, no a
90. Como sigas así, si tiras dirección norte, en dos horas y media estamos
desayunando unos churros con mi madre. En Eibar. Gipuzkoa.
El taxista to fast, to furios, se meaba de la risa, pero lo
que es el freno madaleno ni rozarlo con el pie el muy hijo del Al Andalus. Se
lo perdonamos que estaba de muy buen ver. Del mejor ver de la noche. En cuanto
paró nos bajamos con nuestros tacones cual
cervatillo recién nacido que no sabe caminar, y el grito de Gar resonando en
nuestros oídos “míralas como se bajan las muy perras para no pagar”. Miramos
desesperadas a nuestro alrededor buscando alguna churrería abierta y de repente
Garma, se convirtió en nuestro héroe al proclamar, “’¡vamoos, vamos, vamos! ¡Que
enciendo el horno y pongo una pizza ya mismo!”. Era como el flautista de
Hamelín con las Tordas por detrás dando palmas con los tacones en la mano, todo
algarabía, todo felicidad. Hasta que Gar nos hizo la trece catorce y se metió
en la cama a la que nos despistamos en nuestra habitual discusión “agua micelar
versus toallita desmaquillante”. Que disgusto para ir a la cama maricón.
Que sepáis que esta es la primera descripción de una farra
en Tordas por el Mundo. Muy resumida, en directo somos aún más intensas, el o
la que lo quiera descubrir… ¡que nos invite a unos tragos! A ver si nos sale el
crowdfunding (o como se escriba) para una farra, ¡que no hacéis más que reíros a
nivel internacional y no os rascáis el bolsillo para nada!