lunes, 18 de septiembre de 2017

NINONI NINONI DANCING QUEEN (DARLE UN POCO DE RITMO DE ABBA POR EL AMOR DE DIOR)



Comienza el día bien, desayuno en la cama, que resulta que tenemos cafetera en la habitación  y una cookies que sobraron de ayer. Llegamos al Missisipi river esquivando todo tipo de tiendas en el outlet de lujo, lo que no pudimos esquivar fue el redesayuno en el Café Du monde, pero porque es mítico, no les vamos a hacer el feo. Que nos gusta una gastronomía local.3 cafés y 3 bollos típicos. ¿Bollo, buñuelo, churro poco hecho?? No sabemos describir. Eso sí tonelada y media de azúcar glass. No hay quien salga limpia de ese desayuno. No es serio mantener conversaciones mientras chupas el azúcar glass que el viento ha tenido a bien posicionar por todo tu cuerpo. Manos, dedos, codos, móviles, camisetas, pelos….  Así estaban las hormigas del lugar, hiperestimuladas (ostiadas, para que os hagáis una idea)





Bonitas, pegajosas e hiperglucemicas fuimos hacia el French Quarter. Que bonitas las tienditas, las casitas, las balconeras de hierro forjado, los collares del Mardi Grass, el jazz en el ambiente, los borrachos en su ambiente propio…. Y estábamos allí en modo bohemio cuando..
-Uy mira un Marine.
-Ah no que son tres..
-¿y esas espaldas?
-joder con el storm troper. ¿State troper?
- ¿Sfrun truper? ¿Que pone en el coche?
-Da igual ¡¡Ven con mama!!¡¡ Mami te cuida!!

Trasteamos y Jazzeamos un montón. NOLA MOLA. Librerías antiguas, outlets de diseño (vestidos de 4000 pavos en nuestras manos) jazz en todas las esquinas, borrachos  también en cada una de las esquinas, sobretodo en la Bourbon Street con el neon non stop 24h, madre que factura de luz les vendrá.


Tanta hiperestimulación nos tenía locas, así que suponemos que acertamos cuando nos vimos comiendo en el bar con el camarero más triste no de NOLA, ni de los US OF AMERICA  sino del planeta. Madre que pocas ganas de vivir. Este el mardi Grass lo debe de pasar encerrado en el wc.






Localizamos la Street Ann (que en nuestras mentes ha sonado siempre como sana Ana Kalea).No nos preguntéis por qué, pero pudiendo no pasar por ella acabábamos siempre en ella. Una cosa buena tenía, bueno muchas, pero una de ellas es que nos ubicaba bien para ir al parque de Loui Amstrong. Mucha foto, mucha veneración y mucha tontería.
-Ay Loui que bien que pisaste la Luna.


En el French Quarter hay tiendas de todo tipo y muy prácticas para vida diaria, que las ves y te preguntas ¿cómo es posible que yo haya vivido sin esto toda mi vida?. Un ejemplo de ello es la tienda de artículos navideños. Todo tipo de abalorios para tu árbol, como ese adorno en forma de huevo frito con panceta, de donuts, de taza de wc, a Mary Poppins, lagartos… pero nosotras nos queríamos traer a toda costa para nuestro árbol de navidad ¡¡un “sireno”!!
Maitane-Yo me pido el sireno de Hallowwen
Cheli- yo dudo entre el Hawaiano y el boxeador
Vero- A mi me gusta el del corazoncito que tiene una cola muy elegante.
Maitane y Cheli- ehhhh Vero…ese  es el gay, ¿no le ves la bandera al final de la cola??
Vero- Mierda, ya tengo el radar roto otra vez..



Y ahora sí al puro Jazz. Salimos del French Quarter para adentrarnos en la calle Frenchmen y entrar tímidamente en nuestro primer club de Jazz, The Spotted Cat. Pequeñito, acogedor y con la primera de las bandas de la tarde sonando en directo.  Nosotras al principo en ultima fila, tres minutos después en primera fila y sentaditas. La gente entrena para mucha tontería hoy en día, pero el entrenamiento que más fruto te da es el de  un domingo de rabas cuando quieres silla en terraza.
El Jazz comenzó a fluir y los jariguays tb, en concreto uno  de color naranja que llevaba Vodka pero que nosotras pedimos porque llevaba una guinda, y todos sabeis que comer fruta es muy sano.
Que disfrute jariguay en mano. Que manera de tocar, cantar y bailar.







Y como veis, nosotras grabándolo todo, todo , todo…hasta que el amable muchacho bailarin se nos acerca y debido a nuestro nivel de inglés al principio pensábamos que nos iba a recriminar que les habíamos grabado pero que va, venia básicamente a decirnos que “mucho grabar mucho grabar pero nada de bailar”. ¡¡¡Alarmaaaaa!!! ¡¡¡Pánico!!! ¿¿Bailar?? ¿¿Contigo?? ¡¡Si lo haces genial!! Yo nooo…yo tampocoooo. Ni yoooo. Pero el chiquin insistir e insistir.Así que Vero no tuvo más remedio, se vió obligada, forzada, con su buen talante por complacer al chiquín a marcarse este maravilloso baile.
No perderse lo bien que lo hace y la felicitación final de una guiri cualquiera (borracha también todo hay que decirllo).


Que acaloramiento, que nervio, cuanta felicitación de los allí presentes, otro jariguay. Ayyy…que el otro bailarin la quiere sacar a bailar y la pobre ya le da esquinazo que no puede con los nervios. Asumimos que desde ya somos tres viajeras pero una de ellas es una estrella emergente del baile de jazz. Que si tengo una prometedora carrera como bailarina, que vamos a mirar casting en Los Angeles., que yo no salto de esta acera que me lesiono, que si que fuerte que en la cola del wc me han felicitado…y más fuerte aun lo que hay dentro del wc.  Como en cada casa, su lavabo, su taza, su piano. NOLA mola por cosas así.



Pues con la tontería del jariguay, la adrenalina del baile y la hambruna subida nos vamos a catar salchicha de Aligator y de cangrejo del Mississipi. Aparte de las delicatessen locales lo mejor del bar es el camarero friki que se rió con o de nosotras (no lo tenemos muy claro), el cocinero con el gorro de picachu (que da mucha confianza al tema de salubridad) y el musicote de los 90 que se marcaron.



Queridas cuadrillas lo hubiéramos dado todo aquí con :



Ibamos muy a la tontería, muy a la risa que nos pasamos el hotel. Otra vez para atrás. Santa Ana es peor que el triangulo de las bermudas. Eso sí, cochazo que nos encontramos a la puerta para fotografiar y teminar con este intenso día.



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