viernes, 29 de septiembre de 2017

DOS ATRACOS Y UN TERREMOTO



¡Vamos a catar playa por fin! Con ese espíritu nos levantamos y nos despedimos de L.A. rumbo Santa Mónica. La chiquina del goobemaps nos llevó estupendamente, aparcamos en el mismísimo muelle. Qué bonito, que vistas, que bien tocan y cantan los artistas callejeros y que ganas teníamos de sacar las toallas.









Nos situamos cercanas a una de esas míticas casetas de socorristas. Cercanas pero sin agobiar al baywach, que tampoco era plan. Enseguida llegó. No era Mitch Buchannan, que ya se habrá jubilado o andará haciendo sus papeleos de oficina, pero ahí estaba vigilando.  Nosotras montándonos nuestra película, y siempre tirando de las fuentes de las que bebe Cheli, en este caso la serie “Los vigilantes de la playa”, sabiendo que le ha tocado la zona chunga. Para los que no veían la serie, comentarles que muchos de los rescates se hacían ahí, al ladito del muelle que las corrientes deben ser peligrosas, sobre todo cuando te cubre a media rodilla que es cuando se lucían a muerte Buchanan y compañía. Una vez que nos aseguramos de que el chiquito tenía el bañador de lifeguard rojo, el salvavidas apepinado  y que estábamos en su campo de visión, Maitane y Vero se lanzaron a las aguas del Pacífico. Se lanzaron, recularon, saltaron cuatro olas, recularon otra vez, casi pierden el bikini, se hicieron unas fotos y por fin, se dieron un chapuzón. Fresquibiris el agua pero que a gusto tirarse de nuevo al sol en la toalla para vigilar al vigilante. Vigilarle sí, porque resultó que nuestro baywach… ¡entrena para aizkolari! Como lo leéis, muy fuerte. Eso, o que está pirado. Si no, que alguien nos explique porque se llena un tubo metálico de arena y se pone a golpear el suelo de alrededor de la caseta. Palo arriba, palo abajo, palo arriba, palo abajo… ¡que dolor de riñones! Todavía se nos ahoga alguien y tenemos que ir las Tordas a salvarle, que el salvavidas flotante lo llevamos de serie. Un poco más de vagueo y ya para cuando Rober y Maitane estaban a punto de estallar en llamas porque todo el sol se lo pillan este par, pusimos rumbo a Venice beach.








Va  a ser que la chiquina del goobemaps no tiene registrados todos nuestros alojamientos. El Hilton le viene de serie, pero lo que es el apartamento bien, ubicado, supuestamente limpio y al alcance de nuestros miserables bolsillos le cuesta encontrar. A ver nena, que ya llevas tiempo con nosotras, empieza a resetear sistema y adáptate al viaje tordil.

Pues eso, que vueltas y vueltas en segunda fila de playa de Venice Beach, y nuestro apartamento que no aparece registrado en ningún lado. Salimos del coche y nos separamos como en las pelis de terror, que así es más fácil que te den muerte y encontrar los apartamentos. No queremos hacer spoiler pero encontramos el alojamiento. Y aquí la reflexión profunda del día: ¿no son maravillosas las imágenes prejuiciosas que guardamos en nuestros cerebros? Lugar ideal el que habíamos alquilado. Según  la pinta del edificio que teníamos delante, lo mismo nos encontramos cadáveres repasados a tiza con detalle por el maravilloso cuerpo de policía de la zona (los bicipolis según nuestras fuentes televisivas). Pero resultó que nos equivocábamos, y esta vez para bien que no estamos muy acostumbradas a ello.  




Cierto es que estábamos apesadumbradas por no catar policía local, por eso decidimos dejar el coche en doble fila 0´000002 segundos mientras metíamos las maletas. Nuestro fin:   vivir al límite. ¿Lo conseguimos? ¡Pues claro! Si es que la policía americana huele el problema. Ya sea para ayudar al ciudadano  ante cualquier peligro como para liberar las calles de un mínimo obstáculo. Fue oír la sirena y salir Maitane por la puerta. Ella y su cara pánico, que se descompuso aún más al comprobar que era por nuestro coche. Inmediatamente después Vero, pensando como traducir al inglés “¡Por favor no detenga a mi amiga! ¡Es buena gente!”. La cosa quedó en nada, parece que los agentes estadounidenses van saludando por ahí como si fueran mises y les quedaban dos saludos para cerrar turno. Uno para Maitane, otro para Vero y uno extra para Cheli. Muy bien la poli velando por nuestro Dodge.
Autoridad catada y conquistada; coche ubicado y nosotras a conquistar el atardecer de Venice Beach. Huele a peligro constantemente. El mayor, el de ser atropellada por un patinete. Resultó difícil esquivarlos mientras íbamos buscando un “ultramarinos” de toda la vida para abastecernos del desayuno de la vida. Lo encontramos y cuando ya teníamos todo dispuesto en el mostrador para pagar, entraron dos tios rollo Madmax pero en patinete. Nosotros a nuestras cosas,  haciendo el cálculo de a cuanta barra de mantequilla por persona  nos tocaba para el desayuno, cuando de repente… ¡Navaja! No hablamos de marisco, hablamos de arma blanca. Miramos al dependiente que comienza a agacharse y Cheli, Rober y Vero se descomponen mientras piensan “¿perrrrdona?”. Maitane manteniendo el tipo. El dependiente reacciona y les dice que se piren, Navajita Plateá guarda la ídem diciendo “it´s ok!! It´s ok!!”, y pide y paga unos chicles mientras nos enseña su cinturón de Gucci de imitación en plan “los que llevamos Gucci somos gente honrada”. Le sonreímos y le maldecimos por lo bajini, creemos que él y el tendero son viejos conocidos. Nos recomponemos, un poco de risa floja y nos vamos de allí atracados. No por el de Gucci, atracados a pistola laser por el dependiente… ¡menuda ostia nos soltó! Pan de molde a precio caviar. ¿Y la policía? Pues no sabemos, a estos no pasó a saludarlos.

El susto nos cerró el estómago. ¡¡Que noooo!! ¡Que es broma! Nos fuimos a cenar a un lugar donde una amable Camarena nos dijo: “les voy a poner un camarero que hable español así no tienen que batallar con el idioma”. Nosotras muy agradecidas, ya veníamos batalladas del ultramarinos.





Una vez relajadas y sentadas a la mesa comenzamos con el intercambio de sensaciones y las alabanzas a Maitane por su sangre fría ante la navaja. A lo que Maitane respondió, “ ¿navaja? ¿Qué navaja? Yo os veía descompuestos pero no sabía por qué .¿navaja en serio? ¡La llego a ver y estoy ahora mismo en Washington DC!”.

Tanta emoción, tanta patata la Cheli casi se nos ahoga. Todo quedó en un par de palmaditas en la espalda por parte de la otra enfermera, el rímel corrido como un panda y regurjite patatil. Si es que no podemos ir por la vida con tanta ansiedad. Aquí decidimos que teníamos que buscar nuestra persona de referencia  que nos atienda y nos entienda en California si nos pasa algo. Cierto es que tenemos un amante de la costa gipuzkoana (Mutriku) entre nuestros contactos californianos. Lo teníamos para caso de emergencia pero sin tener su número para no acosarle. ¿Por qué? os preguntareis. Pues porque es `productor de cine y nos veíamos en plan acosadoras pidiendo trabajos de extra, que se lea el blog, que nos haga una peli, una serie documental, un programa gastronómico…
Total que para no abusar de ese contacto serio decidimos que nuestra persona de referencia era Miguel Ángel Silvestre. Ya le veíamos conectando desde el muscle gym de Venice Beach, “¡AR!  ¡AR!  Pobres Tordas que han sufrido amago de atraco. Diles a la Conchi, la Aurori, la Cla y la Elena que está todo en orden. Joaquín, que te leas el blog que lo tienen muy bonito y muy ameno”.
Como supondréis esto no ocurrió. Lo que si pasó es nuestra obsesión en bucle `por saber dónde vivirá el Duque. Que si en casoplon, que si en apartamento, que si casita baja en la playa, que si mira a ver que todavía pasa por aquí corriendo, que si me parece que es aquel…¡MIGUEL ANGEL!. No, no es.
Y con las emociones y aun con el susto a la cama. Y con las emociones , la legaña y un nuevo susto amanecimos. Y es que en Telemundo hacen de todo un drama y resulta que habíamos vivido un terremoto de 3.6 en la escala de Richter a 1 km del hotel. ¿Alguien se ha enterado?
Cheli- Yo no
Maitane- Yo tampoco
Vero- ni yo
Rober- Yo si no lo menciona Telemundo ni imaginarlo
Vero- .Antes de que nos echen de este país por atraer las desgracias desayunemos como Dios manda.
Resto: Amen hermana



1 comentario:

  1. Visión o desayuno en la cama con tè de la reina de Inglaterra?
    Menudas aventuras sin vigilantes!

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