lunes, 17 de octubre de 2016

De Malaga a Malagón

¡El inigualable! ¡El inaguantable! ¡El que te invita a cenar sobras para no tirar! ¡El culo más inquieto ahora a este lado de la península! ¡El de la actitud! ¡El que tiene un piso patera en Málaga y nos da cobijo! ¡El que duda que encontremos su casa a la primera pero se siente orgulloso de que lo hayamos logrado y además hayamos conseguido poner el aire acondicionado! ¡Con todos ustedes…¡El tío Garma! (pelofrú para los amigos)


Aqui iría una foto, pero nos hemos declarado en huelga...


Aunamos horario de avión y agenda laboral para comer todos juntos. Por supuesto en tiempo record, es lo que tiene tener amigos que prosperan en la vida, que no tienen tiempo. Despedimos a Katia y María y nos afincamos en Garmaenea Sur. Tarde de descanso y ponernos al día, y entre anuncio y anuncio del Sálvame, va el tío y se curra unos canelones de espinacas y una macedonia para la cena. ¡Nosotras ni darnos cuenta! Cena casera buenísima (como siempre), y además con malagueño saleroso y paciente que aguanta estoico nuestras historias vacacionales y amablemente  nos hace una ruta para el día siguiente.
Malagueño-  a ver que os indique lo que podríais ver, tenéis muy poco tiempo. Garma ¿tienes un plano?
Garma- Si, pero  no me lo estropees
M- déjame un boli
g- ¿un boli? ¿me los vas a pintar?¡ni hablar!
M- les tendré que indicar dónde están las cosas
G- nonononono, ¡que se busquen la vida! ¡Este plano lleva conmigo desde que llegué!
Tordas- ¡no seas rata que ya te darán otro en la oficina de información y turismo! 
Y así es él, generoso en la vida en general, pero no le pidas un plano de mierda que se pone mohíno. Eso sí, el plano lo pintamos pero no lo paseamos porque nos hemos hecho amigas de la chiquina de Google maps y echábamos de menos su aterciopelada voz. Eso y que el mapa era a escala 1:1 y si lo desplegabas mucho tapábamos el sol.
Tardísimo nos levantamos al día siguiente. 9:30. A lo loco. Día de hamaca playera por delante y que nos perdonen nuestros nuevos amigos malagueños, pero hay que ver que mierda tiene esa playa, por no hablar de las piedras de la orilla. Sufres al entrar, al salir y mientras flotas por si se te acerca alguna basurilla. Imaginaros el drama “¡algo me ha tocado! ¡ALGO ME HA TOCADO!... Vale vale, tranquilidad, es la tira del bikini.” Por no hablaros del drama del chiringuito. Que mal se pasa cuando tienes hambre y te das cuenta de que llevas el dinero justo, ni tarjetas ni nada. Vivir con miedo a quedarte fregando los palos de los espetos para pagar la cuenta es muy duro. Sudoración profunda cuando el camarero está empeñado en cambiarte el menú y de paso la cuenta. Esfínter apretado cuando somos conscientes de que ni móvil tenemos para pedir sopitas. Todo falsa alarma, nos llegó hasta para un par de polos de postre.
Tras la ducha de rigor y la bajada del sol nos echamos a las calles. Calle Larios, calle granada, plaza la merced, mercado de la Merced, museo Picasso, catedral, debimos pasar por el teatro romano pero no lo vimos…





Si, como buenas mercedarias cenamos en el mercado de ídem (¡vamos mercedarias todas juntas! “Era la tarde, rosa y callada…”) Muy bueno todo y además nos reencontramos con la croqueta bueno, que teníamos un par de malas experiencias al respecto. También nos encontramos con todos los finalistas de pelo Pantene masculinos, trabajan todos en el Stradivarius. Y haciendo honor a nuestro tordismo, nos sentamos en un terraceo, pedimos y al alzar la mirada divisamos un terraceo de esos con vistas que nos han recomendado. ¿joder! ¡se nos ha olvidado! Es lo que tiene no estar acostumbrada al disfrute de lugares al aire libre sin paraguas de por medio.
Llegamos a casa reventadas y relajadas, cada una en su cama disfrutando de un momento de lectura cuando a eso de la una de la mañana tocan diana y nos ponen a tender la ropa y a sacar del lavavajillas. Lo hacemos gustosas si es el precio que hay que pagar por el alojamiento, la supervisión de Garma no la llevamos tan bien ¿Cómo se puede tener tanta energía a esas horas? ¿Cómo se puede seguir teniendo esa misma energía a primerísima hora del día siguiente?
Y la tenia el jodio…”¡chicaaas! Os dejo sandía, macedonia…cosas que se me ponen malas, que vosotras sois muy de aprovechar todo”. Y nosotras desde nuestras camitas…”¡¡Garmaaaaa! Son las siete de mañanaaaaa! ¡Estamos de vacaciones, metete la sandia donde te quepa!” Todo cariño somos a primera hora de la mañana. Y a la tarde somos todo comer,¡ barbacoa en el campito de Mikel y Antonio! Nos vinieron a buscar en coche y conocimos al tópico hecho persona, el arte andaluz con patas y salero a rebosar. Nos enamoró y nos dejó locas cuando hablando de una amiga, esa misma amiga le llamó por teléfono y él soltó el teléfono gritando “¡LOS BELLOS DE PUNTAAAA! ¡AY QUE MIEDO NENA! ¡MIRA MIRA! LOS BELLOS DE PUNTAAAAAAAAAA!” Un grande.
Y allí estábamos intentando hacer fuego remoloneando por el campito, hasta que llegaron Garma y su poder organizativo y nos pusieron a todos a currar. Con lo bien que estábamos nosotras con nuestro trago en el chillout, debajo la higuera.

Pues huelga declarada otra vez!!!  que os hemos dado tiempo y oportunidad para aportar para una camarón de la isla!!! pero seguimos en huelga y no hay foto...y no poner esta nos jode mucho!!

 Cenamos, pero sobre todo echamos unas risas en buena compañía, aprendiendo andaluz con malagueños de pro…¡viva Mijas! ¡Viva Mijas pueblo y Mijas Costa! ¡viva Fuengirola que no sabemos donde empieza ni donde acaba! ¡que viva Cantora Copas que ahora es un wok! ¡viva Málaga! ¡Y que vivan las recomendaciones que nos dieron para nuestra última mañana en la capital!
Resulta que nos recomendaron ver cosas que sin saber lo que eran, ya las habíamos visto. Es lo que tiene ser Torda, que cuando tú vas, nosotras volvemos de allí porque hemos dado siete vueltas alrededor sin encontrarlo. Total, que nos fuimos a El Pimpi a degustar lo que viene siendo la gastronomía local, que nos estamos cuidando y nos han dicho que la dieta mediterránea va muy bien. No nos reconocieron como blogeras influencers (y de mierders) que somos, porque no nos hicieron firmar barril. Ya si eso para la siguiente que tenemos que hacer las maletas, teníamos una cita con Aquiles, el hombre. No emocionarse que Aquiles era Toni Cantó.
22:00 pm. 40º en Mérida. Abanico para remover el aire caliente y disfrutar de la obra en el Anfiteatro romano de Mérida. Primera autopromesa que cumplimos como Tordas. En una visita anterior decidimos que teníamos que volver aquí para ver teatro clásico y allí nos plantamos. ¡Que nos gusta una piedra romana este donde este! Oye, muy bien Toni y compañía, como para repetir, salimos encantadas pero queremos recomendar desde aquí que la telilla esa de terciopelo que cubre las sillas de plástico de terrraza para darle empaque…que la cambien, que no transpira.



Última noche En Plasencia, despedida de la familia Archeli y seis horas de viaje disfrazada de mamarracha obligada por Cheli. La muchacha tenía boda, zapatos recién comprados, lo pies como botijos y una copilota con pie + calcetín horma…resultado:




Maravilla de vacaciones, nos organizamos bien y nos acogen divinamente por lo que prometemos volver al sur y ustedes lo leeréis. We will come back! Lo que queremos decir es que volveremos, que ya sabemos que con nuestro inglès escoces mucha gente no nos entiende, vamos, que ya tenemos en mente la siguiente escapada. ¡Ojocuidao! Seremos más tordas que nunca, tanto en calidad como en cantidad.






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