Suena
el despertador…
-egunon!!
-…igualmuerte
Esta
es la primera conversación del día. ¿A qué es casi imposible adivinar en esta
charla quién es la recién llegada y zombi 1 y zombi 2? Ducha, desayuno y que se
prepare Roma que allá vamos. Hoy Coliseo, foro romano y los Museos Palatinos.
¡Ostia piedril! Columna dórica, jónica, corintia… ¡dame un cuadrado! ¡Dame una
M! ¡Dame una flor! Ya veis como controlamos el tema capiteles, hemos aprendido
un montón.
Para
empezar no se llama Coliseo, se llama Anfiteatro Flavio. Es cierto que te bajas
en la parada “Coliseo” y que todo el mundo, incluidos romanos y cristianos, lo
llaman así, pero vamos, que no. Si alguien quiere hacer una recogida de firmas
para que llamen a las cosas por su nombre o lo que sea, que se queje al
Ayuntamiento, pero de momento, ahí dejamos el dato para que os hagáis un poco
los gafapastas. Y os preguntareis… ¿por qué lo llamamos Coliseo? Pues porque
Nerón, que media 140cm se hizo una peazo de estatua “colosal”, casi hasta la
altura del propio anfiteatro. No somos de criticar, pero nos han comentado que
Nerón, además de tener tamaño de Minion, era rechoncho y feo, pero la estatua
se la hizo con un cuerpazo de Apolo que no podías pasar por allí sin echarle un
ojo a la tableta de chocolate. También nos han comentado que no era muy buena
gente, (el pobre, lo tenía todo) pero nos vemos obligadas a desmentir su
piromanía. Nerón no quemó Roma, ni siquiera estaba en la cuidad o
inmediaciones, le pilló en la casa de descanso. Eso sí, ya que había quedado
hueco con el incendió se hizo un casoplón.
La
realidad es que el anfiteatro Flavio es simplemente espectacular. Lo que no saquearon los de la época (que
parecía que antes era muy típico robar piedra) se conserva bastante bien. Impresionan
las tres alturas del graderío, la ultima reservada a esclavos y mujeres, menos
mal que los tiempos han cambiado y como mujeronas que somos, nos hemos paseado
por todo el recinto (a la arena no nos hemos lanzado de milagro porque aun nos
huele a sangre de gladiador).
Y no
vayáis de list@s haciendo la tontuna hollywodiense de pulgar para arriba o para
abajo para pedir muerte o vida del gladiador que aquí la cosa se hacía de otra
manera. Mano abierta (muerte) o puño cerrado (vida) ambos con el brazo extendido.
Igual ilustrándolo os queda más claro….
Terminado
el coliseo nos tocaba el palatino y el foro Romano. Mismo grupo distinto guía.
Nos
aparece un mexicano que ha estudiado arte sacro o similar, y nos suelta así,
como que no quiere la cosa, que ha estudiado 11 idiomas (¡¡¡ole tu parole!!!) y
que quiere investigar si el Euskera y el Etrusco tienen algo en común ya que
ninguno de los dos tiene raíces indo-europeas. Así como los Romanos y los
cristianos se dan la mano, los Etruscos y los vascos… ¡¡¡ puede que también!!!
Casa
de Augusto. Ya podía haber programado la Roomba para recibir las visitas que
traemos los pies tan negros que…¡¡ parecemos tres punkys!!
Callejón donde dieron muerte a Caligula, foro
romano…. Todos estos lugares frecuentados por gente como Caracalla, Jeta…y
otros personajes de nombres imposibles a la par que risibles de ayer, hoy y
siempre.
Todo
nos gusta, con todo queremos foto…¡¡¡todo nos vuelve locas!!! Pero cuando sale
nuestra mejor sonrisa de emoción como fans histéricas que adoran a su ídolo, es
cuando al fondo del foro aparece él ¡¡¡Nuestro Trajano!!! ¡¡¡En lo más alto de
su columna!!! A la que hubiésemos querido trepar para besarle los mofletes y
comprobar que aún le queda nariz y no la tiene carcomida, que aquí todas las
estatuas tienen un aire a Lord Voldemort. Y cuando casi nos pilla la seguridad
cual “Trajanobeleavers” saltando vallas…. ¡¡¡Nos dicen que la columna es de trajano
pero la estatua es de San Pedro!!! No es por faltar, pero no hay color. San
Pedro muy bueno para lo suyo, pero para lo nuestro…¡¡¡mejor Trajano!!!
Tanta
piedra nos abre el apetito. Un pastarito para estos cuerpos y rumbo a los
museos palatinos. Más piedra, más mármol, La loba, Medusa, el pie de Nerón y
una infinita colección de bustos identificados aleatoriamente, al menos uno de
ellos, que en la inscripción versa que podría tratarse de Jeta o de Caracalla. Puestos
así, si lo mismo te da Tiberio que Augusto, que nos hagan hueco que nosotras
también nos dedicamos a la clasificación de arte “piedril” y “pinturil”.
Muy
alegremente nos hemos dado un paseo para despejar estas mentes saturadas y
nuestros pasos nos han dirigido hasta la fontana di Trevi. Está, seca, vallada
y con andamios. ¡Qué disgusto! ¡Malditos puérperos que están tardando la vida
en hacerle un lavado de cara! ¡Que malages de verdad!
Nuestro
fichaje está a punto de ser nominada. De momento le salva que se maneja
estupendamente con el plano y llegamos a los lugares de interés sin dar
vueltas, (parece mentira que para una de las tres sea su cuarta vez en Roma). No
sabemos si le está pasando factura el jet-lag Palencia-Roma, si le ha picado una
puérpera, o si ha cambiado muy bruscamente la txerriproteína por el ítalo-hidrato pero la pobre está hecha un
calamar. Al término de la redacción de este post la teníamos descansando para
recuperar fuerzas.
NOTA
INFORMATIVA. Que no se escandalice el personal sanitario que lee este nuestro
blog por el mal uso de la palabra “puérpera” o su masculinización. Las dos
enfermeras con las que comparto este viaje conocen y me han explicado su
significado (mujer que hace muy poco que ha parido), pero yo pienso que casaría
mejor con otros significados, aún no sé si buenos o malos, pero llevamos todo
el día haciendo pruebas. Si la RAE acaba de admitir “almondigas” ¿Por qué no
vamos a puerperear cuando queramos?


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