lunes, 21 de septiembre de 2015

VATICANO, TRAMPA MORTAL

Alguien se ha dejado abiertas las puertas del infierno y en Roma hace un calor de quererse morir. Para huir del mismo hemos decidido que el lugar más seguro era la basílica de San Pietro en el Vaticano.
Hemos pasado el control de seguridad sin problemas. La tijera, la navaja suiza y la cuchilla habíamos tenido a bien dejarlas en nuestro Morelli rooms, con lo que nos hemos evitado el  cacheo de la guardia vaticana. Además venimos con la falda cristiana para evitar escándalos.


Entramos a la impresionante basílica de San Pedro para descubrir que la FFF es ciega, internacional, sudorosa y empuja. Le dimos pena hasta a “La Piedad” de Miguel Ángel, que está según entras a “destra”. Por supuesto las enfermeras tras murmurar que, en ese momento, si alguien está infeccioso montamos una pandemia mundial rápido, enseguida se fijaron en algo que ellas llamaban “Las Nightingales”. (¿Quién me mandara preguntar?) Resulta que la Nightingale es la fundadora de la enfermería a la que siguieron unas cuantas piradas, cada una con su propia teoría. Teniendo en cuenta que la OPE está a la vuelta de la esquina, y que esta gente se tiene que estudiar todas las teorías, las pobres dudaban entre foto o arrancarle la cofia a la Nightingale rollo venganza. Optaron por foto.

No penséis que se acercaron a la muchacha como fans histéricas, le explicaron que eran enfermeras y que les llamaba la atención su uniforme. La chica nos explico en perfecto inglés… bueno, nosotras estamos en una etapa de nuestras vidas en la que la que la poliglotía nos abruma,  así que tenemos el modo ingles “off” y estamos con el italiano modo  “a medias on”, por lo que le entendimos que no era enfermera, iba de esta guisa como voluntaria de una asociación suiza. No nos termina de convencer como nueva uniformidad para Osakidetza así que seguimos nuestro camino.
Nos acercamos al altar mayor y llama nuestra atención un “Men in black” del Vaticno. Lo que viene siendo un estupendo con camisa blanca y traje y corbata negro. Debe tener el termostato roto porque el resto de los mortales estamos sudando como pollos mientras él luce impecable.  Mientras tanto Cheli nos hace de cicerone contándonos que el altar mayor esta hecho de un material superespecial, superdifícil de encontrar… de un material… del material… ¡del material del que están hechos los sueños! Le miramos como  vaca al tren, pero como no tenemos acceso a la wikipedia y la tenemos como una persona con credibilidad,  dimos por buena la explicación. Mucho mármol, mucho oro, mucho ángel Potolo…y vamos al lio:
Ostiazo  Vaticano en toda la cartera. 25 lereles cada una por no hace cola, pero en el ticket registrados tan solo 60 por tres entradas. ¿Y el resto? ¿Para el poteo del Papa Paco? ¿Se le va el sueldo en mate? (bueno Mate, o mojitos que anda por Cuba). Semejante sablazo y ni saludar por la ventana. Anda que…menos mal  que Papa Paco nos cae bien.  Nos vamos con menos peso en la cartera del bote hacia el Museo Vaticano que es gigantesco, enorme, y no te dan ni un miserable plano. Mucho mármol, mucha pintura, mucha escultura, mucho tapiz, mucha maravilla, mucho talento… pero aire acondicionado solo en una mini sala de Matiss. ¡Qué tirón tiene Matisse! Que gentío en la sala, todos reconvertidos en Matisseleavers intentando sentar culo para admirar la obra.
Seguimos la ruta a paso de procesión de semana santa y nos topamos con los baños. Necesitamos hidratarnos, porque ya estaban las enfermeras murmurando que si imagínate que tiene que hacer una RCP con ese calor infernal y esa humedad, que en ese caso ellas son peluqueras. Ahí andábamos cuando se cayeron tres gotas de agua al suelo. Insistimos, tres. Aquello no fue una ducha, ni una batalla naval ni nada parecido, tres gotas. Pues no sabemos que tal pagan al personal aparte de concederle la nacionalidad vaticana, porque la limpiadora monto en cólera  jurando en italiano, que ni La Cheli le entendió. Eso sí una profesional como quedan pocas, que hay mejor para absorber el agua que… ¡Una escoba! De verdad, que puerperismo hay por el mundo.
Y seguimos anda que te anda, tras unos 300 tapices y cuatro toneladas y media de mármol esculpido, al duodécimo letrero (que aquello parecían las estaciones del viacrucis) por fin  Capilla Sixtina. La maravilla de la cuarta tortuga Miguel Ángel. Vida longeva ya tuvo el hombre. Hasta los 90 vivió, y la mitad de su vida encaramado al techo vaticano pintando. Si tienes dudas de si estás en ella o no, solo tienes que fijarte en la gente que está con hiperextensión de cuello. Por supuesto también hay seguratas aquí, pero estos son más rollo bareto, controlan la entrada y la salida. Hubo un momento en el que pensamos que iba a aparecer por allí el mítico Manolo del Punto invitándonos a salir. Parece que no se pueden hacer fotos, cometimos la ilegalidad y nos hicimos una. La ignorancia es muy atrevida. Somos muy de cumplir las normas (así nos va), pero esta vez hemos sido unas rebeldes sin causa, unas macarras, unas chicas que llaman “viejo” a su pater y beben a morro de la botella….  Nuestra ilegalidad pasa desapercibida así que aquí tenéis esta maravilla….


Confesamos que no quedó aquí nuestra ilegalidad. Comprended a Marta, arrastró su mono de fumadora por todo el Vaticano durante horas, así que cuando vio un patio interior se lanzó a fumar como si no hubiera un mañana. Ni mú dijo nadie, ¿seguridad, ande anda? No sabemos, la única que ladra es la señora de la limpieza.
 Y una vez cumplida la misión de locacalización y visión de la Sixtina… no nos podíamos ir sin ver las vistas que ofrece la cúpula. El marketing es maravilloso. Te ofertan subir una parte en ascensor por dos lereles más. Y para convencerte te ponen el número de escaleras a subir. Valoramos la situación…dos pulmones y un corazón, nos sale menos de 1 euro el  órgano, merece la pena y además, ya lo dijo Trajano, “Elevatorum gran inventum est”. Siguiendo sus enseñanzas te ahorras unos pisos de escaleras pero no te libras de las últimas. Tampoco entra en el precio un sherpa que te limpie con una balleta la baldosa sudada que roza todo tu ser. Recordemos que esa misma baldosa también ha rozado previamente el ser de todo beato que haya tenido a bien pasearse por las alturas. Las vistas de nuevo espectaculares. Y descubrimos que Vero tiene marcadas sus propias paradas de descanso en el ascenso. 





Recuperamos el aliento en un petril vaticano comentando que si a alguien le da un perrenque, ahí se queda porque el del desfibrilador no llega a tiempo ni aunque lo traiga Usain Bolt, y nos preparamos para el descenso. Cuesta abajo hasta la mierda corre, así que nos plantamos de nuevo en la basílica. Un último vistazo a la santa sede y escapando que es gerundio. Íbamos perdiendo la falda vaticana por el ayuno. No es que hiciéramos promesa alguna, es que nos dieron las cuatro de la tarde entre arte sacro (madre que turra). Nota mental interna: próxima visita a Roma recordar que el vaticano ya lo tenemos controlado. Una de recargar pilas y rumbo hacia la boca de la veritá.
De camino pasamos por el circus maximus. Madre si Ben-hur levantase la cabeza. Le hace falta un podar los hierbajos, que la quadriga se le queda atascada allí seguro. Está un poco como la plaza de toros de Eibar, que no sabes si podarlo u organizar un partido de futbol. Llegamos a Santa María in Cosmedin. Gran dispositivo para hacerse la foto en la bocca de la veritá, el sistema es, una por persona y a toda ostia. El que nos hace la foto de grupo vigila que no hagas una foto de más. De la misma, ya que estamos, aprovechamos para ver la iglesia. Muy bonita y sencilla. Sorpresa cuando descubrimos que… ¡acoge la reliquia de San valentin! Y Como no, ¡¡¡¡velameeeeeennnnn!!!!!! Pero ojocuidao, velamen  ante la osamenta de SanVa que te mira a través de sus cuencas vacías mientras piensa…”peinarse un poco reinas y darse un agua que esto no es Lourdes”


Y postradas ante el santo del amor…¡¡¡zasssss!!! Boda en la iglesia. Entra la novia y su hermana, que son… ¡¡como las Kardasian!! Terror es poco. Todo criticar, todo poner mala cara, todo deslumbrarnos con la pedrería y como si el santo obrase a nuestro favor…¡¡Zasss!! ¡¡el fotógrafo!!! Maravilla. Sabemos que vais a pedir fotos pero no puede ser, lo intentamos pero las lentejuelas de novia y hermana cegaban todas las cámaras.
¿Estábamos cansadas? No, estábamos en un estadio superior a la extenuación en el que oler a choto porcino no te importa mientras te puedas tomar algo en un terraceo del Trastevere. Vagabundeamos por el Trastevere, que aclaramos no es un puti, es un barrio bohemio de Roma muy chulo aunque un poco masificado de guiris. Nosotras no somos guiris porque llevar sandalia con calceto blanco va contra nuestra religión. Lo ideal hubiera sido irse a casa a descansar, pero no, vimos un supermercado y decidimos comprar algo y cenar en Piazza Navona. Imaginadnos.  Las tres, sentadas en un escalón, rodeadas de bolsas de super, haciéndonos unos sándwiches. No debíamos tener muy buena pinta porque una niña se acercó a decirle algo a Cheli y enseguida los padres se la llevaron en plan “No molestes a las indigentes”. La verdad es que estuvimos a punto de ponernos un cartelito y que nos echaran unos txines para pillar el metro o una litrona digna de Lemon Soda. Ese Vagabundeo hasta nuestra habita del Morelli era como una versión mala de The walking dead. Llegar, duchar y caer en la inconsciencia fue todo uno.   



2 comentarios:

  1. Y así fue todo ! Tal como lo cuentan las blogeras...doy fe de ello.
    La tercera torda , la afortunada de ver la creación del blog y sobre todo....la afortunada de compartir estos días con vosotras por Roma.
    GRACIAS CHICAS. Un tremendo placer.
    Ansiosa por leer próximo capítulo

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  2. Sois muy grandes! Hablad con una editorial por favor....(soy David, vuestro compañero Nightingale)

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