Tras homenajearnos un día más con
el desayuno Mertzedario, nos ponemos en ruta de nuevo. Acordarnos de la madre
que parió a la señal del satélite que no consigue enganchar con nuestro gps
empieza a ser el pan de cada día, a pesar de ello vamos logrando llegar a
destino. Verona nos recibe y tras un par de vueltas nos pegamos con el chisme
de la OTA italiano. Serán los nervios, será el lugar o que soy un zoquete para
las mates pero en ese momento, si 30 minutos costaban un euro, yo pretendía
dejar nuestro coche dos horas por dos leuros. Ya me ha explicado Cheli que eso
no es así. Y tras tirar de ejemplos básicos, barrio sésamo y demás he
comprendido que son unos careros y nos hemos pirado a ver el Verona arena.
Ya que nuestra intención es ir a
lo grande y darlo todo en la capital del imperio, hemos decidido darlo todo en
el coliseo…así que, por el Arena de Verona pasamos un poco un….”por aquí pasó
Trajano”, unas cuantas fotos y a vagabundear por Verona.
Lo cierto es que Verona es famosa
gracias a Shakespeare y el eterno amor de su “Romeo y Julieta”. A Romeo no le
hemos visto pero a Julieta hay que pasar a visitarla, además la tradición
obliga a tocarle la teta derecha y nosotras no íbamos a ser menos. Mano en teta
de Julieta y ojo a la cámara de fotos adecuada para no salir bizcas…que en ese
punto hay mas paparazzi que en la puerta de la cárcel cuando a la Panto le dan
permiso carcelario.
No creais que es vicio. La
leyenda dice que si le tocas la teta a Julieta o vuelves a Verona o encuentras
el amor verdadero.
También hicimos la guarrería del día. Dejar
pruebas de nuestra amor, que es amplio y ecléctico pegado firmemente a la pared con chicles
lubricados con nuestra saliva….que e espesa y pegajosa.
Hemos de decir, que puestos a ser
guarras, lo hemos sido en el sitio más emblemático. Justo detrás de Julieta…mientras
el resto del mundo lo hace en el túnel de acceso al mítico balcón.
Paseo por el mercado, Risotto y
ravioli per portare y al coche rumbo a San Martino in Rio….. y por qué ahí os
preguntareis?? Porque si….porque yo (Cristina Archeli) viví al amparo de ese
curioso a la par que aburrido pueblo durante 3 meses hace algunos añitos ya….
Es difícil intentar guiarte por
tus recuerdos de hace años, mas si tienes un estomago hambriento a tu vera que
se expresa como un orco llamado a la batalla para que paremos el coche a comer
mientras damos vueltas por el solitario pueblo. Pero yo conduzco y yo decido
(jijiji te jodes….). Encontré mi humilde hogar…y como nostálgica que soy, paré.
Continuamos rutA hacia Correggio.
Si el anterior pueblo me daba cobijo…este me daba trabajo y conexión con la
familia y amigos. Tras degustar nuestra comida a la vista de los paseantes
hicimos el Tour de la nostalgia…. Que si en esta heladería me cogí 8 kilos, que
si esta es la cafetería bohemia con el camarero molón, que si a esta biblioteca
venia yo a conectarme a internet, que si en ese ordenador di un medio grito
desconcentrando a los estudiantes al leer la muerte de Carmina Ordoñez…..en fin….
Tres meses en treinta minutos de anécdotas…..
Con el coche arrancado nos
acercamos a la casa protetta, el centro donde trabajaba. Tenía una misión,
encontrar a Teresa, enfermera Catalana afincada en reggio Emilia que cobijó
bajo su ala y trató como una madre a la pardi que fui (que soy). Por obra y
desgracia de un cambio de movil había perdido su número…así que allí me
presenté.
11 años después nadie me conocía,
ni yo a ellas por supuesto. Hasta que
asocié una cara a una frase: “tienes que ir a Sicilia que se come fenomenal”.
Yo nunca olvido una cara que me dé una buena recomendación gastronómica. Hizo
falta cuatro palabras mal dichas en mi torpe italiano para que se acordara de
mi!!!! Así que…. Salí más feliz que una perdiz con el número de teléfono entre
los mis contactos del móvil que me dio la
energía, la fe y la paciencia suficiente para enfrentarme a entrar en otra
caótica ciudad italiana (Bolonia)
Vero: ¡conste aquí
que en los cuatro párrafos anteriores se han censurado mis comentarios y se me
ha difamado llamándome orco!
Lo de entrar en Bolonia lo dejo a vuestra
imaginación (Terror) que nosotras estamos ocupadas imaginando como torturaremos
a nuestro Jesu (ya tu sabes que te queremos igual...).
Ubicadas en el
hotel (llamada de Teresa y emoción total) y nos echamos a las calles que no a
la salsa Boloñesa (de momento). Que encanto tiene Bolonia y su Piazza Maggiore
de noche. Parecíamos dos universitarias mas…ya sabéis, de noche todos los gatos
son pardos. Y con poca luz y una bolsa del Macdonals parecíamos dos
veinteañeras….y con la tontuna bajábamos a quinceañeras.
Y cuando ya no
puedes más y quieres retirarte a dormir…Bolonia te atrapa con su ambiente
musical callejero y la descoordinación absoluta de los más animados ( nos encantaría enseñaros el vídeo pero con la tecnología hemos topado...).


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