El
plan Bolonia una mierda, pero lo que es la ciudad una maravilla por la noche y
por el día. Nuestra primera parada turística de hoy ha sido el H&M. Purita
necesidad de comparar estilos y precios. Después, sin querer, hemos descubierto
que el euromillón no es tan europeo como lo pintan. No ha habido manera de
echarlo así que seguimos buscando patrocinador para este nuestro blog (¡GENTE
CON TXINES! ¡Animaros e invertid en nosotras!). Finalmente hemos decidido
centrarnos y acercarnos a la Oficina de Información y Turismo de Bolonia.
Reproducimos aquí nuestra conversación al salir de la misma:
CHELI-
Chica, yo me quejo de que en la OPEs de Osakidetza no te ponen ni un BIC
naranja escribe fino después de pagar 20 lereles.
VERO-
Ya, un BIC cristal escribe normal tiene todo el mundo.
CHELI-
Pues lo podía haber usado la pava para marcar el mapa, ¡que tenemos que tirar
de memoria!
Por
suerte Il Duomo queda justo enfrente, así que nos lanzamos al turisteo. La
Basílica de San Petronio es imponente y eso que la fachada está sin terminar.
Petronio es el pater y el protector, pero nosotras hemos decidido encomendarnos
a San Antonio. Dos velámenes para San Antonio de Padawan, para que nos proteja
en esta y en cualquier otra galaxia muy muy lejana. Percibimos que la fuerza es
grande en él, así que algo os llegará de rebote.
Éramos
dos italianas más saliendo de misa de 11. Pasamos tan desapercibidas que una
reportera local estaba empeñada en entrevistarnos hasta que se ha dado cuenta
de que no éramos autóctonas. Y así, moviéndonos como pez en el agua, como
espagueti es salsa carbonara hemos visitado las “Due Torri”, las dos torres.
Aclaramos que lamentablemente no nos hemos cruzado con Aragorn, hijo de
Arathorn y heredero de Isildur. Dicen que allá por el Medievo se liaron a
construir torres a lo loco para defender, atacar y sobre todo, para mostrar el
poderío de la familia que construyera la torre más alta. Quedan dos, Gaisenda y
Asinelli. Si pasáis por aquí podéis subir, nosotras hemos decidido que no,
porque si Trajano no subió, por algo será.
También
hemos visitado el Barrio Judío y la Universidad Antigua. A plena luz del día
reconocemos que no pasamos por universitarias, ni tampoco por yonkis que eran
los dos estilos predominantes en la zona. Abandonado YonkiTown, le hemos dado a
la salsa local y al parmigiano reggiano como si no hubiera un mañana.
Coche
rumbo Firenze y…desesperación total. Parecía que el gps funcionaba pero ha sido
acercarnos a Florencia y desaparecer. ¿Andará rondándonos Mackenzie? No sabéis
lo “idílico” que es entrar a una ciudad desconocida, en hora punta, sin saber
dónde vas, rodeada de imprudentes al volante, y de una horda de moteros y
ciclistas inconscientes. Lo importante es que hemos llegado y desde la terraza
de nuestro hostel, no hemos podido dejar de hacer fotos a las espectaculares
vistas mientras les gritábamos a los fiorentinos…
¡¡¡¡¡¡CAGüEN
TOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!




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