lunes, 7 de septiembre de 2015

DOS TORDAS Y UN TORDO VAN PÁ VENECIA, VAN PÁ VENECIA (el ritmo ya se lo ponéis vosotros)

Ya estamos aquí, Tordas por el mundo 2.0. Parecía imposible pero como nos habéis insistido tanto en que retomemos el blog, nos hemos visto obligadas a venir a Italia, la presión mediática ha sido muy dura. Va por ustedes.
Cuando viajas en una compañía aérea llamada Volotea y te perece un chiste, más chiste aún te parece coincidir con tu primo en el mismo vuelo sin haberlo planeado. En este caso, el primo era de Cheli y como un tordo más, le hemos endosado el bokatelu de tortilla y nos hemos subido al avión dirección Venecia.  Un poco de turre a la azafata ya le ha dado, que si ponme una birra, que si está caliente la moretti, que si ponme un hielo…pero majo, que vamos a decir si es familia. Una vez aterrizados nos hemos separado con intención de quedar mañana, y así nos hemos lanzado al callejeo veneciano cada una con su maleta de 20kilos, puente arriba puente abajo. Creemos que la maleta nos ha delatado porque en el primer puente un ciudadano del este europeo se ha empecinado en llevarnos las maletas. ¡ojocuiodao! ¡Una bajo cada brazo para equilibrar el peso! Unos cuarenta kilos en total y por supuesto nosotras tirando cada una de su maletoncio diciendo ¡noooooo!
¿No sentís nostalgia cuando viajáis de los amigos que dejáis al otro lado del canal? Nosotras sí, en cuanto hemos encendido el gps y no nos funcionaba, nos hemos acordado de Jesu y su puñetera sombra. Siempre desde el cariño y deseando que el gps funcione mañana que pillamos el coche. En realidad tenemos que agradecérselo porque hemos tenido que coger il vaporetto y nos ha enamorado.


Ya hemos fichado un par de casoplones abandonados que podríamos ocupar tranquilamente. Por el camino hemos acosado a una autóctona que tras repetirnos siete veces “diestra” y “siniestra”, “direto”, “ponti”… nos hemos ubicado y hemos encontrado el Tivoli, nuestro hotel. Que sepáis que se llama Tívoli pero llevamos todo el día diciendo “Tivoliwooooorld”. Me encuentro gratamente sorprendida por el control de Cheli con el italiano. Lo que es el italiano de recepción también nos tiene gratamente sorprendidas. Y él también debe estar sorprendido, no sabemos si gratamente o no, porque nos ha pillado camino del segundo piso sin ascensor con los maletones, arrastrando alfombra de pasillo y metiendo el mando de la tele en el entreteto porque no teníamos manos libres. No sé porqué Almodovar no nos conoce, ¡si le hacemos los guiones sin esfuerzo!
Una vez ubicadas, puente Rialto que está en obras y dirección Piazza san Marco. Espectacular. Y encima con cuarteto de cuerda amenizando con temones (pan pan americano!) Preciosas vistas también en la cena

Buenisisisisimo todo, y flipando con el tamaño del cafelatte… ¡en vaso de cubata nos lo han sacado!


Vuelta al hotel tristemente guiadas por los recuerdos estomacales de bares ,pastelerías y escaparates de comidas varias, con leve incursión el barrio chino veneciano. Vamos a descansar y mañana más y mejor si Dios, y sobre todo, el gps quieren.

3 comentarios:

  1. Oso ondo chicas!
    Me alegro de volver a leeros !
    Por cierto, una foto del italiano de recepción para opinión colectiva!😜
    Ondo ibili!
    Ainara

    ResponderEliminar
  2. Uyyyy qué bien Chelita!!! Recordando viejos tiempos con el Italinano (idioma, jejej:-) ) Disfrutad!!

    ResponderEliminar
  3. Primaaa!! Me encantas!!!!! Os leooooo! Muaksss

    ResponderEliminar