jueves, 3 de julio de 2014

UN CASTILLO, UNA REINA; DOS TORDAS, DOS OSTIAS II


Y venga salones, y venga tapices, y de repente...queremos ser cardos!!! Cardos que no fistros, es decir, queremos pertenecer a la Orden del Cardo, que te ponen una capa verde y un joyerío importante, y nos da que tienes la entrada asegurada en cualquier garito que se precie. Todas estas pretensiones pisando el mismo suelo enmoquetado que Sir Sean Conery y Sir Gordon Ramsey. Vamos, que notando que se nos estaba subiendo un poco la nobleza a la cabeza salimos a pasear por los jardines reales.
Bonita abadía tienen allí mismo, medio derruida, con mucho encanto para una sesión de fotos...bohemias!!





Elisabethe no estaba para invitarnos a tomar el té, asi que nos fuimos a Clarynda´s House a tomar el té como una reinas.      
  
                                                                                                                                                                             Clarynda´s house (lo que nos ha costado aprendernos el nombre y ubicarlo en el mundo) es un lugar que nos recomendó Jordi, uno de nuestros guias, y nada más verlo…¡nos enamoró! Es un lugar atemporal. El mundo ha seguido su curso con modas cambiantes, pero Claryndas se ha mantenido al margen. No somos muy del tapete pero nos encantó. Nos vimos rodeadas de porcelana, visillos, tapetes, flores, bordados…y caimos rendidas sin remedio al encanto Claryndas. Sobretodo cuando divisamos la vitrina de los postres ¡lágrimas como puños se nos saltaban!






A estas alturas, y dominando el inglés como lo dominamos, seguimos sin problemas a la amable camarera y su delantal de volantes hasta nuestra mesa.
El lugar es acogedor (pequeño), con mucha decoración (atestado de trastos), y con mesas y sillitas de líneas ligeras (entramos como elefantes y nos cargamos un par de sillas, son cosas que pasan. Que nos pasan). Somos así, tordas y de risa fácil, ¡que le vamos a hacer! Las de la mesa de al lado eran idiotas y amargadas, que le vamos a hacer…bueno, un par de ideas tenemos la verdad (ver titular). Decimos esto porque estaban sentadas, en plan intelectual mirando el mapa tomándose un té. Todo normal hasta que nos miraron  mal y por encima del hombro cuando empezamos a hacer fotos…¡unas caras de estar oliendo a pedo todo el día! Chicas, sonreíd un poco más que no cuesta nada. El único momento en que una de ellas dejó de lado  su papel de amargada-huele-pedo fue cuando se le salieron los ojos de las órbitas al ver…¡nuestra degustación de postres!


Daban ganas de encajarle los ojos en las cuencas y decirle: “no seas tonta chica, si eres trofolla como nosotras, admítelo y date un caprichito”








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